Según un comunicado de prensa de la Oficina del Sheriff del condado de McHenry, el hispano enfrenta cargos por intento de asesinato y por robo luego de que supuestamente se escondió en un granero el sábado por la noche en el condado no incorporado de McHenry, luego cortó a su esposa y otra mujer con un cuchillo. Su dirección también aparece como Niles y Park City en varios documentos judiciales.
Los cargos iniciales de Hernández-Solorzano fueron catalogados como cargos de asesinato en primer grado y robo con allanamiento de morada, pero desde entonces han sido enmendados. La oficina del sheriff no comentó el martes sobre por qué cambiaron los cargos o por qué el público no fue notificado del presunto delito.
La Oficina del Sheriff del Condado de McHenry y el Distrito de Protección contra Incendios del Municipio de Richmond respondieron justo antes de las 7 p.m. el pasado sábado a un disturbio doméstico en una residencia en el bloque 5200 de la Ruta 173 en una zona no incorporada cerca de Richmond, según el comunicado. Cuando llegaron los primeros agentes, encontraron a dos personas heridas dentro de la casa. Uno de ellos fue identificado en documentos judiciales como la esposa de Hernández-Solórzano, quien había presentado una orden de protección contra él días antes del apuñalamiento.
Hernández-Solorzano fue encontrado fuera de la residencia, donde miembros de la familia lo habían detenido, dijo la policía.
Una investigación preliminar muestra que Hernández-Solórzano había estado escondido en un granero armado con un cuchillo. Cuando vio a una de las víctimas, salió del establo y golpeó a la víctima en la espalda. La segunda víctima al ver lo que estaba ocurriendo trató de detener a Hernández-Solorzano, pero éste atacó a la segunda víctima y estalló una pelea entre ellos, dijo la policía.
La primera víctima fue llevada al Hospital Centegra-McHenry con lesiones que no se consideran mortales, y la segunda fue llevada al Centro Médico Advocate Condell en Libertyville, con lesiones que tampoco se consideraron peligrosas para la vida, dijo la policía.
Hernández-Solórzano fue tratado por lesiones faciales en la escena y luego arrestado.
La esposa de Hernández-Solórzano había presentado una orden de protección contra él el 2 de octubre. La orden sirvió para protegerla a ella y a sus dos hijos. La orden fue en respuesta a amenazas de mensajes de texto que Hernández-Solorzano le había enviado y abusos previos, según muestran documentos judiciales.
Hernández-Solórzano también recibió la orden de entregar cualquier arma de fuego en su posesión, ya que había amenazado con usarlas contra la víctima en el pasado, de acuerdo con los documentos judiciales.
El 3 de octubre, Hernández-Solórzano fue acusado de violar la orden de protección. Envió 21 mensajes de texto a la víctima en las horas posteriores a que ella archivó el documento, diciendo que "no vivirás más de esta semana".
El fiscal adjunto del estado de McHenry, John Gibbons, dijo que no podía revelar la relación de la otra mujer con Hernández-Solórzano o su esposa. Los documentos de la corte con los cargos actualizados sobre Hernández-Solórzano no estaban disponibles el martes.
Su fianza se fijó en $5 millones, y va a tener Corte el próximo miércoles. Hernández-Solorzano podría enfrentar hasta 30 años de prisión si es declarado culpable.
El Defensor Público del Condado de McHenry, Richard Behof, está representando a Hernández-Solorzano, y se negó a comentar el caso en nombre de su cliente el martes por la tarde.
Las personas que luchan contra la violencia doméstica pueden llamar a un consejero de violencia doméstica del Turning Point del condado de McHenry al 815-338-8081. Los consejeros trabajan las 24 horas del día, los siete días de la semana y están disponibles para asistencia en casos de crisis, planificación de seguridad, asistencia con el refugio e información sobre órdenes de protección, según su sitio web.
Turning Point también brinda defensores legales para ayudar a completar una orden de protección en el juzgado del condado de McHenry, 2200 N. Seminary Ave., Woodstock.
Cuando el oficial de inmigración Jovany Pérez entrevistó a una mujer identificada como “M.O.” en su oficina federal en abril, se dio cuenta que era alguien tratando de obtener la ciudadanía a través de un matrimonio falso. Y Pérez también vio un objetivo vulnerable para sus avances sexuales y de extorsión.
Por ese caso de extorsión, Pérez, de 34 años, fue condenado a cuatro años de prisión. El hombre de Miami fue sentenciado el viernes después de haberse declarado culpable el 26 de julio de recibir un soborno mientras era funcionario público.
Siendo funcionario que juzgaba la solicitud de “M.O.”, Pérez tenía poder sobre su estado migratorio.
Según varios documentos de la corte, Pérez abusó ese poder diciéndole a “M.O.” que sabía que su matrimonio era un fraude, pero que él podría ayudarla si ella lo encontraba fuera de la oficina de USCIS en Northwest la calle 183.
En la primera reunión, ocurrida un día después en el estacionamiento de un restaurante, Perez acarició los senos de la mujer, le mostró sus genitales y le dijo que él era el “tenía la última decisión” sobre su caso.
“M.O.”rechazó la petición de Pérez de tener relaciones sexuales dentro del automóvil y contactó al departamento de Seguridad Nacional (DHS). Durante las siguientes dos reuniones, el departamento de Seguridad Nacional obtuvo confirmación en audio y video de las actividades de Pérez.
Pérez le dijo a la mujer que la iba a ayudar en su aplicación para la ciudadanía y que iba a proporcionare una declaración oficial propia para su solicitud de residencia permanente.
La ayuda de Pérez tenía un precio: $ 2,000.
Los agentes de la Seguridad Nacional arrestaron a Pérez después de la reunión en la que tomó el dinero.
STEPHEN PADDOCK
Autor de masacre en Las Vegas era un "típico niño estadounidense" que creció en Los Ángeles.
Estudió en escuelas de Los Ángeles hasta graduarse de Cal State Northridge en 1977. Algunos de sus compañeros de clases lo recuerdan como un chico agradable, inteligente, un poco cínico, pero con gran sentido del humor.
Así lo recuerdan algunos de los que estudiaron con él en las diferentes escuelas a las que asistió en Los Ángeles y que a través de las redes sociales han hecho comentarios sobre la tímida personalidad que mostraba desde la niñez, durante su adolescencia y hasta que se graduó de la universidad.
Stephen Paddock nació el 9 de abril de 1953 en Iowa, pero cuando aún era un niño su familia se mudó a Tucson, Arizona, y luego al sur de California.
En 1960, cuando tenía 7 años, su papá fue arrestado por robar un banco y sentenciado a 20 años de prisión, pero el 1 de enero de 1969 se escapó y estuvo prófugo durante casi 9 años. (ver nota aparte).
Tras el arresto de su padre, la familia se estableció en el Valle de San Fernando, en el norte de la ciudad de Los Ángeles, donde Paddock empezó a vivir su infancia y habría tomado clases en la primaria Fernangeles de Sun Valley.
De 1965 a 1971, Paddock cursó la secundaria en la Byrd Middle School y la preparatoria Francis Polytechnic High School, según los registros del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD).
En 1977 se graduó como administrador de empresas de la Universidad Estatal de California en Northridge (CSUN).
Richard Alarcón, exconcejal de la ciudad de Los Ángeles, dijo haber reconocido la cara de Paddock cuando en la televisión presentaban su rostro. Era su compañero de clase con quien compartía la computadora en la preparatoria, el chico que para Alarcón era muy inteligente y perceptible, un 'geek' o estudioso de la tecnología. "Me quedé en shock", declaró Alarcón. "No puedo entender por qué un típico niño estadounidense con el que crecí en ese momento pudo hacer eso".
De 1997 a 1984 fue agente del Servicio de Recaudación de Rentas (IRS) y de 1985 a 1988 trabajó para Lockheed Martin, una compañía contratista del Departamento de Defensa, pero se estima que el dinero que lo llevó a tener una vida cómoda y de ciertos lujos lo obtuvo como agente de inmobiliario.
Paddock se casó por primera vez en 1977, pero dos años después se divorció. En 1985 volvió a contraer nupcias, esta vez con Peggy Reiko Paddock, quien vive en el sur de California y de quien se divorció en 1985. En ninguno de sus dos matrimonios tuvo hijos.
MARILOU DANLEY
Los investigadores están aumentando su enfoque en la pareja de Stephen Paddock.
Paddock se reunió con Marilou Danley hace varios años mientras trabajaba como anfitriona de alto límite para Club Paradise en el Atlantis Casino Resort Spa en Reno, Nev., Dijo su hermano Eric Paddock. "Eran adorables - hombre grande, mujer diminuta. El la amaba. Se enamoró de ella ", dijo Eric Paddock, hermano del asesino.
Los empleados de Starbucks en Mesquite, Nevada, sin embargo, describieron la relación de la pareja de manera diferente. Un supervisor en la cafetería le dijo al Los Angeles Times que Paddock a menudo reprendió muy feo a Danley en público. El Starbucks es el único en la ciudad y está dentro del Casino Virgen del Río. "Sucedía muchas veces ", dijo Esperanza Mendoza, supervisora de Starbucks, al Times.
Danley es de Filipinas, pero las autoridades australianas han confirmado que es ciudadana. Danley tiene dos hermanas que viven en Australia, según los medios de comunicación allí y viejos mensajes de Facebook de las hermanas, que han sido eliminados en los últimos días.
Los medios australianos identificaron a las hermanas como Liza Werner y Amelia Manango. En un cuadro fijado por Werner, Danley aparece con las dos mujeres así como la hija de Danley. La leyenda decía "Sheila y las tres hermanas", según el periódico Gold Coast Bulletin. De acuerdo con los registros de la corte, Danley puede haber estado viviendo con Paddock tan pronto como agosto de 2013, mientras ella todavía estaba casada con otro hombre, llamado Geary Danley.
Sonny Melton
De 29 años, era un enfermero registrado del County Medical Center en París, Tennessee. Su esposa, Heather Melton, cirujana ortopédica de Ortopedia Innovadora, sobrevivió a los disparos. "Me salvó la vida, me agarró y empezó a correr cuando sentí que le disparaban por la espalda", dijo. "Quiero que todos sepan que era un hombre bondadoso y cariñoso, pero en este momento apenas puedo respirar".
Rechael Parker
Técnica de 33 años del Departamento de Policía de Manhattan Beach, California, murió en el hospital. Parker había estado trabajando con la policía durante 10 años, y era una de cuatro empleados de la policía de Manhattan Beach que estaban fuera de servicio y asistieron al concierto. Otro empleado recibió un disparo y sufrió lesiones leves, dijo el Departamento.
Angela Gomez
Angela "Angie" Gómez, que murió en el tiroteo, era "dulce y amante de la diversión, una dama con un gran sentido del humor" que amaba el escenario, dijo el Riverside Unified School District en un comunicado. Gómez asistió a la Escuela Politécnica de Riverside en California y fue miembro de la clase de 2015. Actuó en el escenario con el Riverside Children's Theatre, participó en el coro de la escuela secundaria.
Sandra Casey
Profesora de educación especial en la Escuela Secundaria Manhattan Beach, fue herida de muerte. Casey había enseñado allí durante los últimos nueve años. Otros miembros del distrito de la Escuela Unificada de Manhattan Beach asistieron al festival de música también, pero resultaron ilesos, dijo el distrito escolar.
Jenny Parks
Maestra de jardín de infantes del distrito escolar de Lancaster en California, murió en el tiroteo. Su esposo, Bobby Parks, está actualmente en cirugía después de que una bala le lesionara el brazo y el dedo. Bobby Parks está consciente de que su esposa falleció. Jenny Parks tiene dos hermanos que vivían en Las Vegas, y la pareja los estaba visitando.
Neysa Tonks
Una residente de Las Vegas y madre de tres hijos, perdió la vida en el tiroteo de Las Vegas, confirmó su empleador Technologent que ha establecido una página GoFundMe en nombre de la familia de Neysa y ya han recuadado más de 60.000 dólares.
Susan Smith
Una madre de 53 años de edad que era gerente de la oficina de la Escuela Primaria Vista en California, murió en el tiroteo. Smith, que había estado con el distrito escolar durante 16 años, era un "gran fanática de la música country".
Bailey Schweitzer
Estaba con su madre viendo algunas de sus bandas cuando la joven de 20 años fue asesinada. Se graduó de la Escuela Secundaria Centennial, donde fue una animadora y jugó voleibol. También fue miembro de la Iglesia de la Comunidad de la Biblia del Valle y ayudó a dirigir el negocio de su familia, Bakersfield Speedway.
Jennifer T. Irvine
La abogada de San Diego, estaba de vacaciones en Las Vegas para asistir al concierto. Irvine practicaba el derecho penal y familiar y tenía su propia firma boutique. Su sitio web la describe como un "litigante tenaz" apasionada por ayudar a los clientes en tiempos difíciles.
Lisa Romero-Muniz
Secretaria de las Escuelas del Condado de Gallup-McKinley en el oeste de Nuevo México, murió en el tiroteo, dijo el superintendente del distrito escolar Mike Hyatt. Ella había trabajado para el distrito escolar desde 2003 en tres escuelas diferentes y específicamente trabajó como secretaria de disciplina, actuando como un defensora de los estudiantes.
Rhonda LeRocque
De Tewksbury, Massachusetts. Su madre, Priscilla Champagne, le dijo a CNN que LeRocque era una "mujer hermosa por dentro y por fuera". "Una madre, una hija, una esposa, una tía, una hermana, una trabajadora y una buena amiga bondadosa, que tenía una gran fe en Jehová y que tenía una maravillosa vida familiar, amaba Hawaii, Disney y la música country", afirmó.
Carrie Barnette
Empleada de Disney. En un comunicado, la compañía dijo que Barnette había trabajado para Disney durante 10 años "y fue amada por sus amigos y colegas". "Otro valioso miembro del elenco de Disney, Jessica Milam, también resultó gravemente herida y estamos orando por su recuperación", dijo el comunicado.
Christopher Roybal
Era administrador de un gimnasio en North Colorado Springs. Su empleador dijo que "como parte de la familia de Crunch, Chris trabajó en varios clubs. Más que un miembro de un equipo, hemos perdido a un hijo, mentor, amigo y héroe, veterano de Afganistán", afirma la empresa en el comunicado. El gimnasio lanzó una página de GoFundMe en honor a Roybal.
El jubilado de 64 años que era un jugador compulsivo, hasta ahora no ha sido vinculado a ningún grupo extremista, ni supremacista. No se le conocen afiliaciones políticas ni adhesiones a grupos de activistas. Todos los que han sido interrogados, su hermano, familiares y vecinos de las lugares donde vivió, aseguran que siempre fue un tipo retraído y que nunca rebeló sus sentimientos ni simpatías en público… ni su hermano.
La que lo conoce mejor que nadie porque vivió con él hasta dos días antes de la masacre, es su novia Marylou Danley que llegó de Filipinas y es intensamente interrogada por el FBI.
El asesino lo tuvo todo planeado. Según el sheriff del condado de Clark, Joseph Lombardo, Paddock había planificado hasta el mínimo detalle su macabro plan, e incluso pensó en proteger a su novia porque la envió a Filipinas un día antes de su atentado y depositó $100,000 en una cuenta bancaria en ese país. No se sabe si para ella o para él porque tenía la esperanza de huir a ese país.
Los hechos
El diario El País de Madrid hizo el siguiente resumen de lo sucedido, lo reproducimos porque es el más exacto de todos los publicados:
“La muerte tomó este domingo el nombre de Stephen Paddock. Lo hizo alojada en una habitación de 125 dólares, cama kingsize y un enorme espejo de baño. En ese punto algo hortera del universo, Paddock dejó de ser el jubilado opulento que vivía sus días con el frenesí propio de Las Vegas y se erigió en el autor de la mayor matanza con arma de fuego de la historia de Estados Unidos: 59 muertos, 527 heridos y una nación conmocionada. ‘Un acto de maldad pura’, como dijo el presidente, Donald Trump.
¿Qué le ocurrió? De momento, nadie lo sabe con precisión. La reivindicación del ISIS ha sido rechazada por el FBI. Y los antecedentes conocidos hasta ahora tampoco confirman ninguna pulsión asesina. Vivía con su compañera en una pacífica urbanización para mayores de 55 años, su hermano le consideraba un multimillonario retirado, con fuertes intereses inmobiliarios en Texas y otras estados, y el único punto inquietante de su biografía era su padre: un peligroso y huidizo ladrón de bancos que llegó a figurar en los años sesenta en la lista de los 10 más buscados del FBI. Pero esta sombra del pasado no alcanzaba en apariencia al presente. Ni en las fichas policiales de Las Vegas ni del pueblo donde vivía, Mesquite (18.000 habitantes), se ha descubierto nada más sospechoso que alguna infracción de tráfico. Por el contrario, sus hábitos revelan pautas muy comunes entre quienes buscan pasar sus últimos años en Nevada.
Antiguo empleado del gigante armamentístico Lockheed Martin, a sus 64 años quemaba muchas noches en los casinos jugando al póquer, apostando fuerte. También le gustaban las armas, algo fácil en un estado de barra libre, y entre sus pasiones figuraban volar y cazar. Tenía a su nombre dos avionetas, una licencia de piloto y otra de caza mayor en Alaska. ‘Era normal. Hablaba ocasionalmente con conmigo y a mamá le regaló un andador hace poco’, señaló su hermano a los medios estadounidenses.
Ninguna de sus actividades apuntaba al baño de sangre. Sólo su afición por las armas, que ahora se ha demostrado compulsiva, se puede ver como un indicio. Pero nadie lo advirtió y las autoridades siguen sin encontrar explicación. Quien más lejos ha llegado fue el sheriff del condado, Joe Lombardo, quien le calificó de ‘psicópata’ y le equiparó a un ‘lobo solitario’. Un ente desconectado del mundo criminal y terrorista que actuaba siguiendo sus propios impulsos. Pero esta hipótesis, aunque tranquilizadora en un país obsesionado con una posible matanza terrorista, no da razón de su estallido. De ese ataque premeditado que buscó un blanco tan fácil como un concierto de música country.
La reconstrucción policial muestra que Paddock llegó el jueves al gigantesco Hotel Mandalay Bay. En su habitación, estratégicamente situada en el piso 32, acumuló 19 rifles. Dos con mira telescópica. Listos para matar.
Con calma, esperó hasta el domingo por la noche. Llegado el momento, quebró los cristales de dos ventanas, situó los trípodes y apretó el gatillo. Eran las 22:08. Su objetivo estaba a sus pies. Masivo e indefenso. Unas 22.000 personas concentradas en un concierto del cantante de country Jason Aldean, dentro del Route 91 Harvest Festival, que se celebraba junto al hotel. Durante 30 segundos, los disparos se confundieron con la música. Luego solo quedó el traqueteo convulso, sordo, casi infinito de las armas de Paddock sembrando la muerte.
‘Era una pesadilla de guerra, no entendíamos quién disparaba ni desde dónde, pero sabíamos que nos querían matar’, contaba un superviviente a la televisión. El horror duró unos siete minutos. Puede que incluso diez.
Aunque la intervención policial fue fulminante, fracasó en su intento de atrapar a Paddock con vida. En contra de las primeras versiones, el asesino no cayó en su habitación a manos de los SWAT, cuerpos policiales de intervención rápida, sino que se suicidó con sus propias armas.
De este final se sabe poco. Igual que de los pormenores de su vida. La implicación de su compañera, que en un principio fue considerada sospechosa, se ha diluido conforme pasan las horas. Y de los registros de su domicilio en Mesquite, a 130 kilómetros de Las Vegas, ha trascendido el hallazgo de 18 armas, munición y posible material para explosivos. El móvil, de momento, sigue siendo esquivo. Pese a ello la policía no teme ningún nuevo ataque. De algo está segura. Paddock era el principio y el fin del terror”.
