Ya rompió el cerco policial y cruzó la frontera entre Honduras y Guatemala.
Con una tasa de homicidios de 43 por cada 100.000 habitantes, Honduras es considerado como uno de los países más violentos del mundo. También es la nación que mantiene el promedio de pobreza extrema más alto de la región centroamericana, de acuerdo con los datos que compila el Banco Mundial (BM).
Luego de pasar la barrera de unos 150 policías que les impedían el paso, los migrantes saltaron de la alegría y gritaban "Fuera JOH" en referencia a las iniciales del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández.
Al cruzar la frontera se encontraron con un cordón de policías guatemaltecos con quienes estaban dialogando para que los dejaran seguir.
En un afiche difundido por redes sociales, personas anónimas convocaron a la "Caravana migrante 15 de enero" saliendo de la terminal de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, 180 km al norte de la capital. "Buscamos refugio. En Honduras nos matan", agregaba el afiche.
Según Trump, la caravana es "gigantesca", "la más grande que se ha visto" hasta ahora.
Hacia las 17:00 locales del lunes, y bajo un fuerte aguacero, más de 500 personas salieron de la central de autobuses de San Pedro Sula con destino a Agua Caliente (noroeste), en la frontera con Guatemala. La madrugada del martes partió otro grupo de cerca de 500.
La mayoría de los migrantes son hombres jóvenes, pero también van adultos mayores, mujeres y niños, algunos en brazos.
La vicecanciller Nelly Jeréz informó que en la caravana marchan entre 800 y 1.000 personas.
Tres caravanas
Al anticipar la tercera caravana de hondureños en tres meses, los países vecinos buscan estar mejor preparados. Delegados de El Salvador, Guatemala, Honduras y México se reunieron este martes en San Salvador con técnicos de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) para discutir un plan de atención para los migrantes.
Por su lado, el gobierno mexicano prepara un albergue en el sureño estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, pero advirtió que no permitirá que los migrantes entren a la fuerza al país como ocurrió con otras dos enormes caravanas en 2018 e invertirá en mayor seguridad en la frontera.
Unas 2.000 personas partieron el 13 de octubre en caravana desde la misma terminal de buses de San Pedro Sula, y un número menor hizo lo propio días después desde el sur del país. Otras salieron de El Salvador y Guatemala.
Según la embajada de Honduras en México, unos 2.500 hondureños de esas dos caravanas están en albergues en México y solo 3% tiene probabilidades de lograr asilo en Estados Unidos.
La cancillería estima que alrededor de 13.000 hondureños llegaron a México en los últimos meses, de los cuales 7.270 han retornado a su país voluntariamente al encontrar bloqueado el paso en la frontera con Estados Unidos, mientras que 11 murieron.
Al visitar el pasado jueves la frontera en la zona McAllen, Texas, Trump se quejó que "Honduras Guatemala y El Salvador "no hacen nada por Estados Unidos" para impedir la migración, y amenazó con suspender la millonaria ayuda a los tres países si no detienen las corrientes migratorias.