Es acusado de abusar dos mujeres y una niña.
El sacerdote de la parroquia Iglesia de Nuestra Señora del Tepeyac de La Villita fue separado de su iglesia tras ser acusado de abuso sexual a tres personas. Una otras otra, estas denuncias han sumido a la iglesia católica en una crisis.
POR EDUARDO ALEGRIA
Esta vez se trata del Padre Rigoberto Gamez, de 52 años, de la iglesia de La Villita, que acosado por las denuncias públicas decidió entregarse a la policía arrepentido de sus actos. Lo han acusado de dos delitos graves de abuso sexual delictivo contra dos mujeres de 19 y 29 años de edad; y un cargo de asalto sexual contra una niña de 17 años.
De acuerdo a la documentación acusatoria del fiscal adjunto estatal, Guy Lisuzzo, las dos mujeres de 19 y 29 años denunciaron que el cura las tocó indebidamente los pechos entre noviembre de 2016 y diciembre de 2017. Una de ellas, la de 29 años, relató que el Padre primero la abrazó y de improviso le tocó los pechos de manera lasciva, luego le dijo que "el acto fue placentero" y que quedó "temblando y sudando" de placer. Ella se lo quitó de encima y se fue en shock porque no creía lo que había pasado.
“Lo más sorprendente”, dijo según los documentos acusatorios, “es que después le envió mensajes de texto sobre el incidente”.
El ataque sexual a la mujer de 19 años, según la acusación de la fiscalía, ocurrió el 15 de diciembre de 2017 durante un banquete de Navidad en la iglesia Nuestra Señora del Tepeyac de La Villita. Ese día el cura le tocó los pechos y que luego le metió sus manos debajo de su blusa para tocar la piel de su espalda.
Pero no fue el único ataque –siempre de acuerdo al fiscal Guy Lisuzzo-. A los poco días, alrededor del 30 de diciembre de ese mismo año, el padre Gamez la llamó a su oficina y le tocó los pechos. La joven no pudo más y le contó lo sucedido a sus padres. El cura tuvo que enfrentar a los padres de la joven y tras aceptar lo sucedido lloró por lo que hizo, dijo el fiscal.
Sobre el ataque a la menor de 17 años, la fiscalía dijo que el Padre Gamezen una oportunidad se le acercó por la calle y le tomó la mano, dijo Lisuzzo. Luego acercó su cara a la suya y no la soltó.
El Padre Gamez está suelto tras pagar una fianza y portar una tobillera electrónica para evitar su fuga. La Arquidiócesis de Chicago lo ha suspendido en sus funciones y lo tiene “resguardado” hasta que se aclaren los hechos.
Una tras otra
Hace apenas unas semanas los parroquianos de la Misión Juan Diego de Arlington Heights quedaron en shock al enterarse que su párroco el Padre Diego Berrio, fue descubierto teniendo sexo oral en una calle de Miami.
Ocurrió el 3 de septiembre en South Beach, cuando la gente se empezó a dar cuenta que algo asqueroso estaba ocurriendo en el interior de un volskwagen negro estacionado en la cuadra 1300 de esa popular calle: habían dos hombres practicando sexo oral sin importarles que la gente los viera a través de las ventanas. Entonces uno de ellos llamó al 911 y reportó lo que pasaba.
Según el informe policial, uno de los oficiales tocó la ventana del lado del conductor. Fue entonces cuando uno de ellos que estaba sentado en el asiento del copiloto –y que resultó ser el Padre Diego Berrio de 39 años- levantó la cabeza e interrumpió el sexo oral que le practicaba al otro hombre que estaba sentado en el asiento del conductor -y que resultó ser el Padre Edwin Giraldo Cortez de 30 años-, y quien se quedó con el pantalón con el cierre abierto dejando expuesto su sexo. Los dos se identificaron como sacerdotes y dieron como domicilio la dirección 2323 N WilkeRd, Arlington Heights, IL 60004, donde queda la Misión Juan Diego.
Este hecho dejó consternados a los que asisten a esa parroquia no sólo por lo grave del accionar de los curas, sino porque aun no se reponían de la decepción de su anterior párroco Clovis Vilchez-Parra (36) que también fue destituido por un escándalo sexual ya que fue sentenciado a cuatro años de prisión en abril de 2017 por distribuir pornografía infantil y tuvo que registrarse como delincuente sexual después de declararse culpable de los cargos. Él fue detenido en 2015 por la policía en Palatine, donde Vilchez-Parra vivía en viviendas proporcionadas por la Arquidiócesis de Chicago. Le encontraron archivos de imágenes pornográficas de niños menores de 13 años.
También en Des Plaines
En octubre de 2015, la feligresía que quedó consternada también por un escándalo sexual de su párroco, fue la del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Des Plaines. El padre Marco A. Mercado, rector del Santuario, fue retirado de esa parroquia. La Arquidiócesis de Chicago dijo que Mercado fue retirado desde el 1 de octubre por el arzobispo de Chicago, Blase Cupich, "debido a una conducta inapropiada que el padre Mercado sostuvo con una persona mayor de edad".
Se refería a las denuncias de que el Padre tenía una relación homosexual con un hombre adulto. "Fue removido del ministerio por una relación inapropiada del padre Mercado con un hombre adulto", dijo la autoridad católica.El padre Mercado, por su parte, indicó que "fui retirado de mi posición como rector del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe mientras el proceso por una conducta inapropiada con otro adulto concluye.Ruego a Dios que esto se solucione pronto y me encomiendo a las oraciones de todos".
Curas bajo investigación
El pasado 22 de agosto la fiscal general de Illinois, Lisa Madigan informó que «La Iglesia Católica tiene la obligación moral de proporcionar a sus feligreses y al público una información completa y precisa de todos los comportamientos sexualmente inapropiados en que los sacerdotes están involucrados», y anunció una investigación de las seis Diócesis del estado.
Madigan dejó claro que su decisión es fruto del informe del gran jurado de Pensilvania publicado el 14 de agosto que reveló que presuntamente 300 sacerdotes abusaron de más de 1.000 víctimas en seis Diócesis.
«Hemos revisado el informe del gran jurado de Pensilvania, que identifica al menos a siete sacerdotes con conexiones en Illinois», dijo. «La Archidiócesis de Chicago acordó reunirse conmigo. Tengo la intención de comunicarme con las otras diócesis en Illinois para mantener la misma conversación y espero que los obispos estén de acuerdo y cooperen totalmente».
La fiscal general de Illinois dejó claro que cualquier esfuerzo por obstruir su investigación provocaría la intervención de «abogados estatales y agentes de la ley de todo Illinois».
Millones para tapar bocas
De acuerdo a la propia Arquidiócesis de Chicago, la iglesia ha pagado en los últimos veinticinco años aproximadamente $200 millones a las víctimas de abuso en reparaciones civiles.
Hace unas semanas apenas, la Arquidiócesis llegó a un acuerdo de casi $3 millones con un hombre que fue abusado por el ex sacerdote Daniel McCormack. La víctima, que tiene más de 20 años, afirmó que McCormack lo agredió sexualmente en dos ocasiones cuando era estudiante en la iglesia católica de St. Agatha en el vecindario de Lawndale.El hombre entabló la demanda en el condado de Cook en 2013 después de haber reprimido los recuerdos del abuso.
ABUSOS DE CURAS EN CHICAGO
Historia negra
En enero de 2014 la Arquidiócesis Católica de Chicago publicó por orden de un juez más de 6,000 páginas de documentos sobre los abusos sexuales.
Todos cometidos por decenas de sacerdotes contra menores. La revelación mostró que la Iglesia protegió a los curas acusados. Fueron más de 30 sacerdotes los acusados, aunque 14 ya habían muerto, otros 14 ya no son curas y dos no cumplen tareas sacerdotales.
Casi todos los incidentes ocurrieron antes de 1988 y ninguno de ellos después de 1996.
Lo grave de esa revelación, fue que se proporcionaron detalles de cómo la arquidiócesis transfirió de una parroquia a otra a los sacerdotes acusados de abusos, y omitió notificar a la policía sobre las denuncias de tales abusos.La mayoría de los treinta sacerdotes mencionados en esta tanda de documentos no fueron procesados.
El anterior Cardenal George dijo en 2008 que había manejado inapropiadamente tres casos ocurridos bajo su autoridad.
Uno de los casos emblemáticos se conoció en 1979 cuando un niño de 13 años informó que el sacerdote William Cloutier lo había violado y le había amenazado con un arma de fuego para que guardara silencio. La Arquidiócesis de Chicago le dijo a los padres del menor que el clérigo no sería procesado, pero que recibiría tratamiento y nunca volvería a trabajar con menores.
Pero Cloutier, quien ya antes había sido acusado de abusar de otros menores, retornó un año más tarde al ministerio activo y siguió cometiendo abusos hasta que renunció en 1993, dos años después de que los familiares del niño iniciaron una querella.
Otro es el caso del Padre Joseph Bennet, acusado de abusar sexualmente de dos hermanas entre 1967 y 1973 en la parroquia de St. John de la Salle, en Chicago. Luego fue acusado de una docena de abusos por lo que fue suspendido del ministerio sacerdotal.
Leyenda de la foto: Iglesia de Nuestra Señora del Tepeyac. Está ubicada en 3047 W. CermakRd. donde el cura Rigoberto Gamez (foto superior) operaba. Foto: Google Maps