Desesperada piden que liberen a su esposo.
El lunes empezó su drástica medida en el local de la iglesia Misión Fe, Vida y Esperanza apoyada por el Padre y activista José Landaverde, donde se encuentra refugiada.
“Yo no estoy loca ni desquiciada, pero estoy desesperada y no se que otra cosa hacer. Lo único que pido a las autoridades es que por favor liberen a mi esposo para que pelee su caso en las cortes de inmigración junto a sus dos hijas de 3 y 1 año”, dijo Nora Lizette Quiñónez a NUEVA SEMANA. “No tenemos quien vele por nosotras, él era el único sustento de la familia y ahora no sé que hacer”, clamó con lágrimas en los ojos.
La madre de 39 años y con dos criaturas dijo que desde el lunes que comenzó su huelga de hambre, sólo está ingiriendo líquidos bajo el cuidado del Padre José Landaverde. “Voy a hacer huelga de hambre hasta que liberen a mi esposo”, anunció.
Su esposo Cristian Avalos está en custodia de ICE y está a la espera de ser deportado a México. Ávalos fue arrestado por una violación de tránsito por la policía de Cicero a las 3 de la madrugada del 14 de mayo y fue entregado al Departamento de Inmigración cinco horas después.
“Yo no entiendo por qué pasó eso si dicen que Cicero es un pueblo que es amigo de los hispanos. Mi esposo no es un delincuente, él trabaja para sus dos hijas y ahora todas hemos quedado desamparadas”, dijo Nora Quiñónez entre sollozos.
Ray Hanania, vocero del Departamento de Policía de Cicero, dijo a la prensa que ellos no entregan a los detenidos ni tampoco cooperan con el cuerpo federal de ICE.
Al preguntarle si su esposo tiene antecedentes penales, Quiñones dijo que había tenido un cargo de manejar bajo la influencia del alcohol, conocido como un DUI, en el pueblo de Joliet, Illinois. Según dijo, el pasado miércoles acudió a las instalaciones del Departamento de Policía de Cicero, pero que no le proporcionaron mayor información sobre su esposo.
Agregó que está pasando por momentos llenos de estrés. "Mis hijas están esperando a su padre todos los días, es triste para mí cuando mis hijas miran por la ventana esperando a su padre y cuando no vienen, se ven muy deprimidas de tristeza. Por el amor de Dios, les pido ayuda para que mi esposo regresa a casa con sus hijas y continuemos la vida normal de la familia”, clamó.
El Padre Landaverde dijo que la apoyará y se sumará a la huelga de hambre “porque es un caso muy triste ver a una familia completamente rota por culpa de una política cruel que no toma en cuenta los perjuicios que causa. Cada día se rompen familias con separaciones crueles de gente que ha venido a este país huyendo de la violencia y la pobreza de sus países de origen”, dijo.